sábado, 20 de agosto de 2011

Revista Cuatro cuentos


Cuatrocuentos #14
Con textos de Ramón Cote Baraibar (Colombia), Selva Almada (Argentina), Norberto José Olivar (Venezuela) y Juan Patricio Lombera (México). Además, Elsa Drucaroff recomienda Ruda macho, de Enzo Maqueira (Argentina).





El llamado, de Selva Almada


Era una mañana soleada. Aunque ya había comenzado el invierno, la temperatura era agradable, todavía otoñal.
Lidia Viel tomaba un café negro sentada a la mesita de la cocina. Desde allí, por el gran ventanal que daba al jardín, observaba al muchacho que cortaba el césped. Él y su hermano hacían trabajos de jardinería en el barrio. Lidia Viel los llamaba una o dos veces al mes, dependiendo de la estación. En el verano venían hasta tres o cuatro veces en un mes porque también se ocupaban de mantener la pileta. Casi siempre venía este, Juan, y cuando no podía lo reemplazaba el hermano. Lidia lo prefería a Juan. El otro le daba la impresión de estar siempre apurado y algunas veces dejaba cosas a medias. (Completo aquí.)